- 1 Ave del Paraíso
- 2 Fotografía
- 3 Biografía
- 4 Semblanza
- 5 Aquí inició todo...
Mamina
El Ave del Paraíso
a Dª. Josefa Rosalía Luque Álvarez
Con todo el cariño de su esposo
Descendió un ave del Paraíso llevando en su plumaje el color
de la nieve y al desplegarse color del arco iris.
Al posarse en la tierra buscó refugio donde guarecerse de las
soledades y tristezas, encontrando un rinconcillo entre riachos y
madreselvas.
Sabía que no debía salir al exterior, porque aguiluchos y aves
de rapiña tratarían de arrebatarle su plumaje y hasta los gorriones
para vestirse con ellos, celosos de sus colores.
Paseando por su pequeño terrenal paraíso observaba por las
noches el firmamento tachonado de estrellas y por el día la luz en
la naturaleza que se manifestaba con sus mil colores.
En su pequeño corazón ebrio de tanta belleza surgió el canto a
la Luz, al Amor, a la Naturaleza.
Sin ella darse cuenta su plumaje era cada vez más puro y más
brillante sus colores.
A su canto cristalino acudieron habitantes de la selva.
El ave del Paraíso no veía si eran pequeños o grandes, a todos
se daba por igual brindándoles de su canto la armonía.
Algunos sorprendidos de esa sinfonía, se enamoraron de ella e
iniciaron el esfuerzo que da el aprendizaje de alcanzar la interior
armonía.
Los más, al ver el lugar inhóspito a sus ojos, sin espejos donde
reflejarse, vieron lo que sus ojos podían ver y sus oídos escuchar:
“nada”.
Llegó el día en que el ave del Paraíso levantó vuelo y remontó
a su cielo formado de mil colores y armonías.
La calandria, quedó ensayando su canto y a él se fueron uniendo
aves de otras tierras, a las cuales les había llegado el canto y la
armonía del ave del Paraíso.
Con esfuerzo ensayando el canto aprendido, tratan de alcanzar
la interior armonía, para que su canto sea cristalino y a otras aves
enseñar el canto y la armonía del ave del Paraíso.
Hugo Jorge Ontivero Campo